jueves, 30 de mayo de 2013

Aferrarse o soltar ?




Dos monjes que viajaban de un templo a otro encontraron en su camino un río que debían cruzar. Parada allí delante, estaba una mujer muy joven y hermosa que también quería cruzar, pero el corriente era muy fuerte y tenía miedo.

Uno de los monjes no lo pensó dos veces y sin titubear, cogió a la joven y cargándola sobre sus hombros la pasó al otro lado del río. El otro monje los seguía haciendo gestos de desaprobación.
Bien entrado el día, el segundo monje seguía enfurruñado y con el ceño fruncido, y caminaba delante sin dirigirle la palabra al otro.
 ¿Se puede saber qué te pasa? –le preguntó éste
 ¡Qué me pasa! ¡Qué me pasa! ¿Qué me va a pasar? Pues, ¡que has transgredido un grave precepto! –contestó el monje-. Has cogido a una mujer en brazos, ¡una mujer guapa y joven!
El otro monje le contestó con tranquilidad:
 ¿Todavía la llevas encima? Yo hace tiempo que la dejé en la orilla del río.

· Cuento Zen

QUIERO (de Jorge Bucay)

 


 


   Quiero que me oigas sin juzgarme
Quiero que opines sin aconsejarme
   Quiero que confíes en mí sin exigirme
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí
   Quiero que me cuides sin anularme
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí
   Quiero que me abraces sin asfixiarme
Quiero que me animes sin empujarme
   Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí
Quiero que me protejas sin mentiras
   Quiero que te acerques sin invadirme
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten
   que las aceptes y no pretendas cambiarlas
Quiero que sepas ... que hoy puedes contar conmigo...
   Sin condiciones

martes, 28 de mayo de 2013

 
Recordar quiénes somos nos permite actuar como de verdad queremos...
 
La canción africana
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito. Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás.
Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto la gente se junta nuevamente y canta.
Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama, igual que para su nacimiento para acompañarlo en su transición.
En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, o actúa mal contra sí mismo, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros.

[copiado de un mensaje circulando en internet, fuente desconocida]

jueves, 23 de mayo de 2013

Llegar a Ser


 
Sócrates ya nos dijo "Conócete a ti mismo".  Busca en tu interior. Mira en tu interior , busca dentro, entra en tu corazón.
Conocerte a ti mismo significa entrar en contacto con tu propia esencia, con tu propia identidad del Ser. Y desde allí dar lo mejor de ti mismo.
El iniciar el viaje hacia nuestro interior, es el proceso evolutivo de todo ser.
Al entrar en contacto con nuestra esencia, volvemos a reencontrarnos a nosotros mismos, volvemos a recuperar nuestra propia identidad. Y desde ésta entramos en contacto con el mundo de lo sublime. Es el mundo de las infinitas potencialidades, de las infinitas posibilidades.
 
El viaje hacia nuestro interior es como  "el viaje del héroe".
El viaje del héroe es la historia más antigua del mundo. Su estructura básica está entretejida de mitos , cuentos de hadas y leyendas que nos relatan cómo una persona se pone en marcha para cumplir la gran tarea, la búsqueda de un tesoro difícil de encontrar.
Es la misma historia que se ha venido contando por diferentes culturas e idiomas.
Es un mensaje de sabiduría que procede directamente de nuestro interior. De nuestra alma.
Es una metáfora del camino que los seres humanos recorremos a lo largo de nuestra vida.
 
El viaje hacia nuestro interior , podríamos considerarlo iniciático, pues acarrea una transformación y un aprendizaje. La persona que recorre este camino es iniciada en el uso de potenciales interiores que no sabía que tenía.
 
Para realizar este viaje tendremos que llevar a cabo un proceso de transformación donde iremos muriendo a determinados estadios para nacer a otros. Seremos conocedores de nuestras propias potencias y con ellas capacitados para vivir una vida de plenitud.
 
Si recordamos alguna de nuestras historias preferidas de héroes y heroínas, también recordaremos que sus viajes están llenos de pruebas que salvar y aprendizajes que aprender. Pero siempre se ven recompensados y saliendo victoriosos y más fuertes que al inicio de su recorrido.
 
Para ganar esa fortaleza debemos, como el héroe, adentrarnos en el reino de la oscuridad. Es decir adentrarnos en nuestra propia sombra, salir de nuestra zona de confort para poder adentrarnos en las sombras y vencerlas. Sólo de esta manera llegaremos a lo más profundo. Allí donde se esconde nuestro mayor tesoro, que es nuestro conocimiento interior.
 El reconocerse y encontrarse con uno mismo es la mayor de las recompensas, la mayor de las victorias. Pues es desde nuestra propia esencia desde donde actuaremos con magnificiencia y podremos alcanzar todo aquello que nos propongamos como objetivo. 
 
¿Y tú... te atreves a iniciar este viaje?
 
¿En qué momento del camino te encuentras?
 
¿Estás dispuesto/a a adentrarte en el reino de las sombras y vencer fieros dragones?
 
Feliz viaje de vuelta a casa. Feliz reencuentro y mucha luz en tu camino para "llegar a Ser".
 
                  
 
 
 
 
 
 
 
 
 










martes, 21 de mayo de 2013



                                                     ¿QUÉ ES EL COACHING?


 El coaching es un método para propiciar cambios, crecimiento y desarrollo. Consiste en liberar el potencial de las personas, para que puedan llevar su rendimiento al máximo.

 Es una conversación , un diálogo en un contexto productivo y orientado a resultados. En ella un coach, mediante una serie de herramientas, te ayuda a definir tu objetivo, explorarlo y a establecer un puente de unión entre tu estado actual y tu estado deseado.

 El objetivo del coaching es potenciar la conciencia, la responsabilidad personal y la confianza de la persona en sí misma.

 Un coach trabaja desde un profundo respeto hacia su cliente como el experto en su vida y su trabajo. Cada persona es un ser creativo, con iniciativa y completo.

 El coaching puede aplicarse como preparación, durante una tarea o durante su evaluación.

 El coaching puede ser espontáneo y la sesión puede ser de un minuto o de una hora.

 En coaching vemos a las personas en términos de su potencial futuro, no de su rendimiento pasado.

 Un coach cree firmemente en el infinito potencial de las personas.

 Me gusta emplear la metáfora de "la bellota". Para un coach, su cliente es una valiosa "bellota"  que esconde en su interior el potencial necesario para convertirse en un fuerte y magnífico roble. Necesita alimento, aliento y luz para crecer, pero el roble se encuentra en su interior desde el principio.

 En definitiva, el coaching , es una maner de "ser" y de "estar".

lunes, 20 de mayo de 2013

¿Por qué "Ser Bambú"?

El bambú es un verdadero regalo de la naturaleza para el ser humano ya no sólo porque sus propiedades, beneficios y aplicaciones son realmente casi incontables; sino por "ser" un ser vivo de gran sabiduría y digno ejemplo a seguir.

El bambú primero prepara sus bases para lo que será su sólido futuro y asegura la firmeza que tendrá durante la madurez. Sus raíces son tan fue...rtes, que ellas frenan la erosión que carcome la tierra, pues no permiten que en épocas de lluvia el suelo se desmorone.

Seamos como el bambú ,que después de sembrar sus bases, se convierte en una resistente y flexible caña, a la que se puede cortar una y otra vez que vuelve a crecer y llegar a lo más alto.

El bambú es un hermoso reflejo de valores como la fortaleza, vitalidad, perseverancia, constancia, flexibilidad, resistencia, adaptabilidad y resilencia.

Un bonito aprendizaje que nos muestra la naturaleza.

Y tú... ¿te preparas tal cómo lo hace el bambú para afrontar la vida?

¿Cuál de estas cualidades necesitarías activar en este momento?

Cuento Zen del bambú japonés

 

EL BAMBÚ JAPONÉS

 
 No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas!"...

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!

¿Tardó solo seis semanas crecer?.

No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Cuento Zen.